De compras obsoletas


Muchas de las preguntas que nos hacen en Obsoletos (y nos hacemos) tienen que ver con el origen de la basura informática con la que trabajamos. Como ya explicamos, basta con acondicionar un rincón por el que pase gente para que mágicamente se llene de trastos. Sin embargo, es imposible prever qué materiales vamos a tener para poder trabajar. No, todavía nadie se ha dejado un proyector.

Aparte del mero hacking creativo que desarrolla Cogollo, en Obsoletos tenemos el firme propósito de educar sobre máquinas antiguas, de enseñar a reutilizarlas. Incluso, por qué no, animar a admirarlas. Un Motorola Startac o un Macintosh 128K son iconos de una época, aparatos que triunfaron por su diseño, usabilidad y precio. Recuerdo que en un bar universitario de Ferrol tenían precisamente un veterano Macintosh en la caja. Para las funciones de calculadora avanzada que necesita un TPV, un ordenador de los ochenta llega y sobra.

Si queremos concretamente un modelo de Amstrad o de Ericsson-ladrillo, en España lo tenemos algo complicado. Siempre cabe la posibilidad de encontrarlo en eBay, pero por alguna razón los españoles estamos incapacitados para pedir un precio racional por las cosas: he llegado a ver móviles estropeados por los que se pedían veinte euros, y cosas así. Quiero creer que es cosa de nuevos ricos y con la crisis la gente volverá a manejarse en la economía de las monedas, no de los billetes. Otra opción es acudir a un Cash Converters, de los que en Obsoletos somos bastante aficionados. No tanto como a los bazares chinos, pero siempre se encuentra algo interesante.

Tienda Weirdstuff
Tienda Weirdstuff en Sunnyvale

En fin, que obviamente los americanos tienen todo esto mucho más avanzado. Al sur de San Francisco, en pleno Silicon Valley, hay una tienda que es el paraíso de los amantes de la tecnología obsoleta: WeirdStuff. Tienen toneladas de material clasificado, ordenado y a muy buen precio. Desde servidores todavía muy apetecibles por menos de 300 dólares hasta pantallas LCD de calculadoras o fuentes de alimentación industriales. En su web dicen que para envíos fuera de EEUU y Canadá hay que gastar un mínimo de 200 dólares y mandarles muchos datos personales y tal y cual, pero yo creo que debe ser posible.

Si en lugar de informática lo que quieres es un buen teléfono de aquellos que al caerse de la mano rompían las baldosas, lo tuyo es Retrobrick, una tienda online inglesa algo más cutre pero muy usable y recomendada por los amantes de los móviles vintage.