Siempre seguirán vivos en nuestros corazones y en Kabul


Hablando de cassettes, Jan Chipchase tiene uno de esos trabajos con el que algunos soñamos: viaja por todo el mundo observando cómo la gente interactúa con la tecnología desde diferentes perspectivas culturales. Y Nokia le paga por ello. Recientemente Jan ha podido comprobar cómo en Kabul las cassettes son el formato rey, la manera que tienen los afganos de acceder su propia cultura musical común.


Esta tienda de Kabul es un sueño para cualquier melómano pastún. Tienen todo lo de Shabnami Surayo y de Daud Khan, incluido el Live in Peshawar remasterizado

De la misma manera que los japoneses disfrutan de móviles desde los que pueden ver la tele y hacer videoconferencia, mientras que los españoles nos conformamos con que nos prometan tales cosas en los anuncios de la tele, las soluciones digitales no se han impuesto en muchos países pobres. La potente industria cinematográfica nigeriana todavía trabaja en VHS. Aparte del precio y de poder aprovechar aparatos que desechamos desde el primer mundo, un reproductor de cassettes es reparable en caso de rotura. Y en ciertos sitios, es más barato arreglar un aparato que tirarlo y comprar otro nuevo.

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