Primeros pasos para el hackeo de la portada de Esquire


Para el número de este mes, la revista Esquire ha puesto una portada de tinta electrónica a cien mil de sus ejemplares (la tirada completa ronda los 750.000). La excusa: celebrar el 75 aniversario del magacín. La razón: publicidad y más publicidad. Y lo han conseguido; el gesto de vender miles de pantallas de tinta electrónica -fabricadas por una empresa propiedad de los dueños de Esquire- a seis dólares ha hecho correr ríos de posts y noticias. Los medios de masas, en un corta y pega de la noticia sobre la tinta electrónica que llevan diez años publicando, afirman que el futuro ya está aquí. Los blogs, en general, ponen a Esquire de chupa de dómine.

Es alentador descubrir que una de las mayores controversias en torno a este movimiento de marketing ha girado en torno a las baterías y la obsolescencia del aparato. La portada lleva seis finas pilas de botón que permiten una autonomía de 90 días. Los que las dejamos en el baño solemos tener una revista aborrecida si lleva tres meses sobre el bidé, pero cuando se trata de un ejemplo de tecnología revolucionaria y que pretende marcar un hito, y no va a llegar a la primavera que viene… poco negocio veo yo ahí. Y no es necesario tener una suprema conciencia ecoglobal para deducir que vender cien mil aparatos cuyo destino es la basura en tres meses es una guarrada enorme.

El propio editor de la revista hizo guiños a la comunidad hacker para que destriparan el aparato. Y así hoy nos hemos desayunado con los prímeros vídeos y fotos del desmontaje y las entrañas de la famosa portada. Confieso que ni siquiera había visto vídeos de la portada funcionando normalmente. Más que una hoja, parece un sobre, y en cuanto al aprovechamiento de las capacidades de la tecnología… dejémoslo en que no han gastado en diseñadores multimedia:


Pero si parecen gifs animados. Los neones de una farmacia de los ochenta son más multimedia que esto.

Una vez más, el trabajo desinteresado de la comunidad dará funcionalidad a aparatos que salen incomprensiblemente capados de fábrica. Ya sucedió con los móviles liberados, con los ipods crackeados, con las consolas, con los dvds…

Lo he visto en Make, esta vez sí