Como lectura de domingo, un extracto de Innovación y tradición, como ejemplo de buenas prácticas frente a tanta obsolescencia que nos ahoga.
Las grandes compañías llegaron incluso a crear nuevas variantes de aparatos en apariencia anticuados. Un ejemplo interesante es el de cierta cocina que hoy se asocia a los hogares decimonónicos. Se comercializó por vez primera en 1929, y pertenece a AGA (siglas de Aktiebolaget Gas-Accumulator, o «Compañía de Acumuladores de Gas»), casa sueca de gran relevancia e inventiva que en el período de entreguerras produjo, entre otras cosas, automóviles, radios y equipos cinematográficos. Su presidente, que supervisó su crecimiento desde 1909 hasta 1937, era Nils Gustaf Dalén, quien obtuvo el premio Nobel de Física en 1912 por la labor ejercida en relación con los inventos relacionados con el almacenamiento y el uso del acetileno, y la creación, ligada a éstos, del encendido automático de faros y boyas, lo que hizo que la compañía se encauzara con desenvoltura en el sendero del éxito. Él desarrolló personalmente la cocina AGA, que convirtió en la de mejor rendimiento que se hubiese fabricado jamás, en el sentido de que era capaz de transformar una proporción elevada de combustible en calor útil. Llegado 1934, se estaba vendiendo en todo el planeta, y con posterioridad, la producción se extendió a una decena de países. La compañía dejó de manufacturarla en 1957, aunque en el Reino Unido siguió dándola al mercado y aún lo hace en nuestros días. Se trata de un ingenio de larga vida, que adquirió el prestigio propio de lo añejo en una época en que los fogones más vendidos estaban alimentados por gas y electricidad.
Según la wikipedia, la cocina AGA típica chupa unos cuarenta litros de queroseno a la semana, o bien sesenta litros de propano, o bien 220kWh en los modelos eléctricos.
Una cocina AGA inglesa, con sus dos hornos, la chimenea y el bidón de queroseno, foto de lindabutterfly
Estas cocinas, junto con la máquina de coser Singer y otros productos de los que también habla David Edgerton, han conocido el éxito comercial por su combinación de fiabilidad y duración. Tanto las Singer como las AGA están obsoletas en el sentido de que existen tecnologías más modernas que las han sustituido mayoritariamente. Sin embargo, Edgerton llama nuestra atención sobre los millones de familias en todo el mundo, desde Perú hasta la India, que aún cosen con una máquina de pedal. Yo me pregunto qué porcentaje de las personas que habitamos este pequeño planeta cuecen sus alimentos quemando boñigas secas, para las que seguro habrá alguna cocina AGA que sirva.
4 respuestas a “Cocinas AGA, para toda la vida”
Igual al no cocinar con una boñiga seca no les sabe igual la comida, que cocinar no es tan sencillo como montar un PC 😉
Wow yo trabajo en AGA Chile, que ahora se llama Linde GAS AGA, porque la compro una compañia alemana LINDE y que segun un libro que nos dieron hace algunos años tambien producian refrigeradores y un monton de otras cosas obsoletas ahora
Tommy, tu empresa no hace importaciones?? no se como comprar una de estas, en españa las venden, pero… en españa
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