The typewriter sculptures


jeremy mayer -- typewriter sculpture: catx
A mí se me vuiene a la cabeza un poco el steampunk, aunque Jeremy, el escultor, dice que no tienen nada de eso.

Parece ser que lo mejor para la creatividad en los tiempos que corren no es ir a las antiguas fábricas de Brooklin o a los destartaladamente bellos edificios de lo que fue Berlín Oriental. Nada de eso; lo mejor es irse a un pequeño pueblo perdido en algún estado del Medio Oeste. Primero escribimos a cerca del trabajo que Chris Harrison desarrolló mientras estudiaba en el instituto de su pueblito; luego paaq hablaba hace unos días sobre los Nerdbots, oriundos de Kansas City.

El tercero de la serie es Jeremy Mayer. Empezó trabajando con máquinas de escribir en 1994, en una pequeña ciudad de Iowa. Según sus propias palabras las disecciono y las ensamblo después, siempre utilizando montaje en frío, ni pegamento, ni soldadura. Jeremy consigue esculturas muy bellas que bien podrían salir en cualquiera de las pelis de Miyazaki.

Como su página está hecha en Flash, no puedo enlazaros la pequeña autobiografía pero os recomiendo que la leáis. Lo tiene todo: nacido en un pequeño pueblo, del Medio Oeste claro, suceso durante la infancia que ha marcado toda su trayectoria artística, el sentido filosófico de su obra… Además de los 15 criterios para definir el arte digital interactivo, deberíamos hacer un decálogo para definir al artista también.

Lo encontré buscando imágenes para ilustrar el post del QWERTY, en el ¡¿blog de los trabajadores de Atrápalo?!