¿Cuánto cuesta Microsoft a nuestro país?


Microsoft es el mal, y como buen enemigo que es sirve muy bien para explicar maldades, porque las comete todas. Hace unos días se publicó en BULMA un extenso artículo que analiza bajo distintas hipótesis lo que le cuestan a la sociedad española todas las maldades de Microsoft. No es tanto un análisis de costes económicos, es más bien un repaso de los lastres que supone elegir software propietario, las consecuencias a corto y largo plazo. Me quedo con dos de los párrafos más didácticos. El primero en la página 8 de las 23 de que consta el artículo, explica la táctica vendor lock-in, que a grandes rasgos diremos que consiste en sustituir la fidelización del cliente por algo mucho más eficiente para obtener beneficios: el cautiverio del cliente.

La cautividad de la clientela, así he traducido el termino inglés vendor lock-in, es una de las bases de la forma de funcionar de Microsoft. David Santo me lo explicaba de forma sencilla con estas palabras:

Por ejemplo, si existiese el vendor lock-in en la industria automovilística, cada coche tendría su propio octanage para asegurarse de que solo puedes echar gasolina en las gasolineras propias, y no en la competencia. Si las camisas y las corbatas tubiesen vendor lock-in, las camisas tendrían agujeros en el cuello a grosores variables, para asegurar que si usas camisas de una compañía, también tienes que usar sus corbatas para que queden bien. Si cambias de proveedor de camisas, tienes que tirar todas las corbatas.

En la página 5 encontramos la misma idea que relaciona el recorte de libertades del usuario con el aumento de los beneficios pero aplicada al país entero. Aunque el siguiente simil es bastante menos inspirado que el primero es también bastante claro:

Microsoft afirma que gracias a ella, en españa, las empresas asociadas mueven un volumen de negocio en conjunto de 11 euros por cada euro facturado por Microsoft. Es decir, si Microsoft factura 300 millones de euros, según lo que afirma gente de su sede catalana, entonces (11+1) x 300 suman 3600 millones de euros de facturación anual entre ellos y sus socios. Y lo declara orgullosa como si estuviese enriqueciendo el país.

No es generar riqueza, es como si tuviésemos un arquitecto americano que nos diseñase casas en las que los muebles tuviésemos por obligación que comprarlos cada dos años so pretexto de que son mejores, y encima como consecuencia de dicha compra, tuviésemos que cambiar de casa porque no cupiesen. Eso no es enriquecer a los productores de muebles de España, es enriquecer a un «benefactor» arquitecto americano que nos cobra a la fuerza los nuevos diseños cada año o cada dos años y lastrar la economía y la prosperidad del resto del tejido empresarial.

En realidad lo que le cuesta Microsoft a España son esos 3600 millones de Euros o más si consideramos los efectos indirectos: es lo que España se ve obligada a pagar cada año debido a la tolerancia frente a este enorme problema, tan enorme como lo es la cifra: 3600 millones de Euros. Y es que en realidad el problema es mucho más grande.

Y al Papa lo que es del Papa: gracias a Microsoft por ser tan malo y permitir así explicar todos los lastres derivados del uso de software propietario, que los pobres se llevan las ostias de todos.