Foto: Chien-min Chung. Publicada en la revista Time.

Guiyu es el mayor cementerio de basura electrónica del planeta. Cada año entran en esta ciudad al sureste de la República Popular de China un millón y medio de libras de basura electrónica. Hasta hace unos años procedía casi por completo de los países desarrollados, sobre todo de Estados Unidos. Según la revista Time, cada día en Estados Unidos 350.000 móviles y 130.000 ordenadores pasan de ser tecnología a ser basura, y el 50% de todo esto es exportado. Actualmente no está tan claro de dónde proceden los residuos ya que China ha empezado a producirlos en grandes cantidades: 1 millón de toneladas al año. Parece ser que el 80% de todo lo que llega a Guiyu son residuos extranjeros.

Un trabajador en Guiyu, reciclando. Foto: Chien-min Chung. Publicada en la revista Time.

En Guiyu, mediante los procedimientos más insanos y contaminantes que se te puedan ocurrir, separan el plomo, el oro, la plata y otros metales valiosos de toda la morralla.  En estos procesos una parte de los residuos se convierte en dinero, otra en contaminación atmosférica y otra en cáncer para los trabajadores de Guiyu. Pero qué pasa con lo que sobra, ¿dónde se tira lo que no se puede etiquetar ni de basura tecnológica? ¿Dónde acaban los residuos de los residuos?

Ninguno de los artículos que he encontrado por ahí dice nada al respecto. Supongo que no será una gran historia, ni un proceso complicado o inimaginable. Yo creo que al lado de Guiyu hay una montaña ya enorme que crece día a día. Sería interesante saber que cantidad de ese millón y medio de libras de residuos que entran en el mayor cementerio de basura electrónica del planeta van a la montaña.

No son muestrarios de telas, son manojos de teléfonos. Foto: Chien-min Chung. Publicada en la revista Time.

Si queréis ver más imágenes sobre Guiyu visitad la galería de imágenes que ha preparado la revista Time y que descubrí en meneame.