Obsoleto de hoy: Kenny Irwin, el loco del turbante


Hace poco hablábamos de las posibilidades creativas de la destrucción, y mira por donde esa línea nos ha llevado a descubrir una de las personalidades más inclasificables de internet. Un artista que une oriente y occidente, lo cósmico y lo técnico, Kabul y Palm Springs. Pero empecemos por el principio: leyendo en menéame una nota sobre una obra de arte realizada con un OLPC pasado por el microondas. Velaquí:

OLPCSSlug
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Sí, es como… un gusano con ojos… saliendo de un ordenador destrozado… Sí, algo así. Es tan feo como parece, vaya, no esconde nada. Esta obra de arte está a la venta en eBay por 26.001 dólares. Un chollo, al precio que está el dólar. El autor se llama Kenny Irwin; ahora deberíamos llamarle Hassan, pues hace más de un año que tiene nombre musulmán, pero al parecer no se termina de acostumbrar.

El artista, en lo alto de un peñasco
El artista, en lo alto de un peñasco

Kenny no tiene web personal, pero sí una gran presencia en internet. Su cuenta en flickr alberga treinta y pico mil fotos, y la de youtube más de trescientos vídeos. El hombre está orgullosísimo de ser la 615ª persona más famosa de internet (¡sentimos mucho no haberte descubierto hasta hoy, Kenny!) y desde luego hay que reconocerle que se lo ha currado.

El padre de Kenny Irwin mantiene un rancho-hotel en Palm Springs donde, al parecer, se han alojado muchas celebrities desde que abrió hace cuarenta años. En ese ambiente liberal y creativo debió crecer el bueno de Kenny, cuyo destino estaba marcado: gastar mucho dinero y hacerlo de manera muy creativa ¿Un ejemplo? Nuestro amigo es autor del mayor montaje doméstico de luces de navidad de todo el mundo, al que él denomina Robochristmas y lleva ampliando desde los años 90. Lo tiene en el jardín de su casa y cada año llegan reporteros de TV de más lejos. Esa capacidad de proclamarse musulmán y pasarse semanas montando un belén… ¿no es deliciosamente californiano?

Setenta millones de bombillas
Setenta millones de bombillas alcanzó en la edición de 2008

Pero hoy no veníamos a hablar de las aficiones de Kenny. El buen hombre monta en helicóptero, hace esquí acuático, sigue el fútbol americano, turismo científico, MTV Punjab… o sea, que no acabaríamos nunca. Como artista, los robots y la estética centroasiática están muy presentes en su obra ¿Cómo se come eso? Vean este vídeo (no es necesario verlo hasta el final, es sólo para una breve inmersión en el universo estético de Kenny), los mejores robots pakistaníes del mundo:

Vale. Ahora ya estamos un poco más sintonizados. El discurso de Kenny se basa en el uso de los elementos más pop del mundo occidental inscritos en escenas del mundo musulmán, aprovechando a la vez elementos inequívocamente musulpop como los autobuses pakistaníes. Si lo piensas, es asombrosamente simple, quiero decir… somos mil millones de personas a cada lado del muro, y este hombre es el primero que se sienta a horcajadas. Su obra mantiene un escrupuloso respeto hacia todas las formas de religión o creencia, otro rasgo muy californiano; supongo que Kenny habrá tenido que dar muchas explicaciones a sus vecinos sobre su turbante y su barba, que no se dejó crecer por haber sido educado de aquella manera, sino tras viajar y reflexionar. Además escribe muy mal en inglés, y no sabemos si es parte del personaje -aportando esa ingenuidad del que no posee del todo aquello que dice- o es que fue escolarizado en casa.

La creación que nos permite hablar de Kenny en Obsoletos -porque a los amigos ya se lo hemos enseñado, y nos hemos pasado el fin de semana viendo sus vídeos- es su robot microondas: AMIR9000. Es una especie de escultura funcional hecha con una docena larga de microondas y luces de colores en el patio de casa, creada para torturar todo tipo de objetos:

Kenny, o Hassan, ha achicharrado más de doscientos objetos, mientras lo grababa en vídeos que están a nuestra disposición ¿Es más divertido ver morir un iPhone en un microondas o en una trituradora? Internet nos proporciona la respuesta, bendito siglo XXI. Por cierto, aquí está el vídeo de la creación de la obra de la primera foto del post, todo un OLPC destrozado al ritmo del magnetrón.

Y lo más interesante: tuvimos dudas de si considerar a Kenny Irwin un artista o un friki de internet (¿es que hay que elegir?) hasta que vimos su obra a la venta. Sin duda, esos veintiséis mil dólares le acreditan como artista. Uno de los más originales y productivos de los que hemos tenido noticia, y en cuyo taller hay una estantería con ojos de taxidermista, media docena de teclados de juguete encima de la mesa (ver el final del vídeo del OLPC) y cientos y cientos de cosas que cualquier novia llamaría basura y que a nosotros, qué quieres, nos hace sentirnos como en casa.


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