El dilema digital


El principal desafío al que se enfrentan los defensores de los sistemas digitales es alcanzar o superar las ventajas del sistema actual. Dichas ventajas incluyen los estándares globales; acceso garantizado y a largo plazo (100 años como mínimo) sin pérdida de calidad; capacidad de crear copias de las copias maestras para satisfacer oportunidades y requisitos futuros (y desconocidos) de distribución; calidad de sonido e imagen que alcance o supere la calidad del negativo original y la grabación de sonido de producción; autonomía con respecto a plataformas tecnológicas cambiantes; interoperabilidad; e inmunidad ante la creciente inversión económica.

Ahora que estamos participando con Tíscar Lara en la iniciativa de La hemeroteca audiovisual como procomún, creo que es interesante sacar del baúl un texto que encontré en el tríptico de la programación de agosto de la Filmoteca: El dilema digital (pdf, 32 kB)

En realidad el texto se compone de tres artículos de diferentes autores hablando de un mismo problema: la conservación del material cinematográfico en formato digital. Según estos tres eruditos en la materia estos problemas son:

  • El material digital produce mayor volumen físico de almacenamiento, lo que obliga a seleccionar qué material guardar.
  • Su vida útil es menor. Treinta años en el mejor de los casos, frente a los más de 100 años que puede aguantar el celuloide si las condiciones de conservación son adecuadas.
  • Los datos digitales son más frágiles, ya que además del posible deterioro del soporte físico pueden existir futuras incompatibilidades de hardware y software.
  • Para evitar los problemas de compatibilidad se hace necesario migrar periódicamente la información con la posibilidad de que esta se corrompa en el proceso.
  • Como consecuencia de todo lo anterior el coste de almacenaje del material digital es mucho mayor: 12.514$ si se trata de una copia maestra digital frente a 1059$ si la copia maestra es en celuloide.
Niveles de almacenamiento de archivos digitales
Niveles de almacenamiento de archivos digitales.

Esta imagen muestra los diferentes niveles o capas que abarca un archivo digital y la vida últil aproximada de cada uno de los niveles. Cuando uno de los niveles falla hay que cambiarlo y cambiar también los niveles adyacentes para segurar la compatibilidad. El problema es que estamos hablando de una información que queremos que perdure el máximo tiempo posible, al menos 100 años.

Y aquí entra en juego la segunda parte del problema que es el precio del almacenamiento y mantenimiento. Actualmente la densidad de bits de un soporte electrónico obliga a unos precios y volúmenes muy grandes. Solución: seleccionar qué material se guarda y cuál no.

La razón de por qué pese a todos los problemas que acompañan al formato digital este está triunfando sobre el celuloide es fácil de imaginar. Es mucho más barato para el que realiza la película. Claro, que a cambio se pasa de un formato establecido y estable a otro en continuo cambio. Como dicen Milt Shefter y Andy Maltz la principal solución que sugieren los encargados de almacenar el material fílmico digital es:

no permitir que los fabricantes de equipos y los diseñadores de sistemas continúen fomentando la obsolescencia de la tecnología, como hicieron en la industria de la televisión y ahora en el campo de la tecnología de la información. Frente a ello, los interesados deben ser el motor

Un buen consejo, pero difícil de llevar a cabo. El otro día hablábamos de cómo los usuarios del formato de 9,5 mm se hicieron con las riendas de la producción y tratamiento del material. El problema es que en este caso y debido a la complejidad tecnológica del formato digital, los usuarios no pueden ir más allá de una toma de postura como consumidores. Y para que esta postura surta efecto en las empresas fabricantes debe haber una masa crítica de consumidores exigentes y cabreados. Pasó con el Windows Vista, no pasó con el formato BETA…

En conclusión. El formato digital es tan joven que todavía no hay mucho material cuya conservación sea imposible y deba ser migrado (conforme su número crezca, será necesario hacer una selección), por lo que todavía se está a tiempo de encontrar la forma de que la información digital sea preservable.


5 respuestas a “El dilema digital”

  1. Muy interesante el artículo. He pensado en ello más de una vez, sobre todo cuando hay un cambio en el soporte de almacenamiento, ya sabéis, disquetes, después cdrom, DVD, Blu-Ray, y lo que venga.

    Creo firmemente que la preservación del material, ya sea cine, software o libros, pasa por la computación distribuida. Que los datos estén repartidos (no esparcidos) entre ordenadores asociados a un proyecto, al estilo seti@home combinado con la infraestructura y la independencia que dan las redes tipo P2P o una tecnología similar.

    De esta manera el soporte final es independiente del medio de almacenamiento y por tanto no depende tanto de los cambios de tecnología.

    Los soportes de almacenamiento cambian cada poco tiempo sin embargo el protocolo TCP/IP es el mismo desde hace 26 años.

    Saludos y enhorabuena por vuestra web.