Milo es un agregador de tiendas físicas, o un directorio de productos, o un trackeador… en fin, es una web de éstas con una idea y un negocio. En su blog he encontrado un interesante artículo sobre la moda desechable o moda rápida, del cual haré un resumen agregando mis impresiones.
La moda rápida es a lo que se dedican Zara o H&M, vender absurdas cantidades de ropa barata que pasa rápidamente de moda. Para empezar, el propio concepto de «moda» nace fuera de estas empresas, en los círculos de moda de lujo e independientes de todo el mundo. La máquina de Zara incorpora la caza y copia de la última tendencia como un engranaje más en su mecanismo. Las diferencias de un estampado de Zara con un original están ajustadas para que el ejército de abogados de la multinacional no tenga que doblar la rodilla en caso de juicio.
Es lógico que los diseñadores sientan que les están robando el trabajo. Un vestido de mil euros famoso por algún fenómeno mediático puede encontrarse en las tiendas del centro por quince veces menos. Sin embargo, no me atrevería a decir que esto es malo para la moda. Antes de esta globalización, el mercado de la ropa cara era muy pequeño, estaba reservado a determinadas personas de determinadas clases sociales. Hoy, un diseñador que se hace famoso porque una actriz viste su ropa una noche de estreno, se hace famoso de manera muy distinta a la de los costureros de los años 20: entre gente interesada en la moda, que no necesariamente puede permitirse una de sus creaciones. Los foros y blogs en los que se asocian las prendas de famosas en acto de servicio con las más parecidas que se pueden comprar en Zara o H&M son una saludable muestra de que la moda está más de moda que nunca. Para quien le parezca saludable, claro.
Y, por supuesto, una máquina tan poderosa como una multinacional de la ropa consume ingentes recursos naturales. Basando el acto de consumo en el deseo urgente, la calidad de la ropa ha bajado tanto que las prendas no duran más que el tiempo que están de moda. No es que tirar ropa contamine mucho, comparado con los productos electrónicos -tema de este blog- pero poner en las estanterías de Europa millones de prendas fabricadas al otro lado del mundo una semana antes sí consume recursos. Y, como decía el eslógan tardofranquista, Zara puede pagarlo, pero el mundo no.
2 respuestas a “Moda rápida”
Es verdad lo de la calidad de los tejidos, la ropa de Zara y similares es una juja. Claro que supongo que se prefiere tener 20 camisetas diferentes al año que 5 buenas…Al fin y al cabo nos dan lo que pedimos y nos vamos felices de las tiendas pensado en lo poco que hemos gastado.
lo interesante, complementando lo que apunta beachan, es que en (al menos) algunos países del tercer mundo, donde está instalada ésta firma, los clientes se van felices de las tiendas sin siquiera pensar que han gastado poco. los precios de la ropa Zara en América del Sur no son precisamente económicos.
la mayor parte de los clientes suelen acceder a sus compras en planes de cuotas (a veces hasta 6) con sus tarjetas de crédito para acceder en algunos casos a irrisorias camisetas básicas de muy mala calidad.
de modo que el poder sugestivo y adictivo de la moda no tiene ni siquiera el sustento de lo económicamente accesible para mucha gente.
un fenómeno interesante que transcurre por otros carriles por lo pronto, algo más perversos que la lógica del ahorro.
por cierto, 9 años de experiencia de trabajo allí respaldan lo que he visto.
saludos.