Vas a tener que ser paciente



El pollo trepador tal como se vio en Observatori 2007

¿Qué puedo decir? Me he pasado la semana intentando reconstruir el pollo trepador, pero no hay manera. Lo malo del diseño original es que usaba dos motores de LEGO, que no son viejos ni baratos precisamente. Total, que ahora no para de escurrirse el cacharro.

Entiéndeme, es normal que fallen algunas cosas. En cualquier proyecto de construcción surgen imprevistos (véase la primera version del pompero). Y cuando todo tu material ha salido de la basura las cosas no son más fáciles. Lo frustrante de este cacharro es que ya lo he construido antes. Sé que puede hacerse y sé que funciona y aun así se me resiste.

Pero no es lo habitual. A día de hoy, tirando un poco por lo bajo, diría que llegan a buen término como la mitad de las cosas que intento construir. Que, si lo miras bien, supone que tenemos un juguete nuevo cada 8 o 10 días. No está nada mal. Y siempre puede ocurrir que pasado un tiempo se te ocurra un modo mejor de sujetar ahí ese motor.

Supongo que ya te habrás hecho una idea de por donde voy, pero para que quede constancia por escrito:

No te desesperes si no consigues que algo funcione. Cuando no sepas qué hacer para que funcione ese maldito chisme lo mejor es ponerse con algo distinto. Deéjalo ahí y empieza otro proyecto. Es un poco frustrante, al principio. Y bien sé que da pereza ponerse a empezar otra vez de cero. Pero mira, lo bonito de todo este rollo del do it yourself es que uno va aprendiendo por el camino. Eventualmente descubriras la forma de solucionar «ese» problema. Y, oye, habrás construido alguna que otra cosa bonita mientras tanto.