Construye una cartera con una casete (y un estuche feo)


¿Te preocupa que la gente descubra tu secreto? ¿Se te están acabando las excusas? No parece que nadie se trague ya eso de que «La tengo sólo por las risas». Reconócelo, tal vez ya va siendo hora de deshacerse de esa la cinta de Los amigos de Ginés. Probablemente, lo único que te ha salvado hasta ahora de la repudia social y el más riguroso ostracismo es el hecho de que ya no quedan walkmans en el mundo. Has tenido suerte hasta ahora, pero tarde o temprano algún colega se comprará un coche de segunda mano y va a querer probar el radiocasete.

Por fortuna, en obsoletos nos preocupa que pueda decaer el estatus social de nuestros lectores, así que te vamos a contar, paso a paso, cómo convertir el objeto de tu vergüenza en una fantástica cartera que te catapultará de cabeza al frente de la modernidad.

(La idea no es nuestra, sin embargo. Le vi una cartera parecida a una amiga moderna. Al parecer se la regaló alguien que la compró en Alemania. Y yo, que soy un envidioso, pero me pilla un poco a desmano, decidí hacerme una).

Actualización: La cartera original de mi amiga resultó ser idea de Marcella Foschi, que desde su taller Private Circle se dedica a reutilizar diversos objetos más o menos cotidianos. De hecho, según pone en la página de sus carteras, si le mandas una cinta te hace una cartera para ti.

Materiales/Herramientas

  1. Pegamento instantaneo. Cianoacrilato. Ya sabes.
  2. Cola para tejidos. Yo la encontré en el todo a cien.
  3. Un estuche feuno. Comprado en el mismo sitio que la cola. Este mide 21×10 cm y diría que tiene el tamaño ideal.
  4. Un cutter decente. Vas a necesitar un cutter afilado para abrir la cinta y cortar el estuche.
  5. Una cinta de casete. Cuanto más vergonzante sea la cinta más molona será la cartera. (Se han conseguido resultados espectaculares con cintas de Emilio Aragón y Vanilla Ice). Si te pasa como a mí, que a Emilio Aragon lo tengo sólo en vinilo, tambien puedes emplear cintas vírgenes. En general traen más transparencias y eso te permitirá jugar más con el diseño de la tela. Pero no uses una que sea totalmente transparente o se le veran las costuras.

Construcción

Abre la cinta con el cutter. Si metes la punta un poco y haces palanca cerca de las esquinas las mitades se separan con bastante facilidad. Saca todo lo de dentro incluida la cinta en sí (como curiosidad, una cinta de 60 minutos mide 171 metros de largo). Ahora sólo nos interesa la carcasa.

Con el cutter y con mucho cuidado, no te vayas a cortar, recorta todos los palitos y protuberancias que se ven por ahí dentro. Cuanto más liso lo dejes más facil será luego pegar la tela encima.

Cuando tengas eso listo coge el estuche y descose la cremallera. Luego corta las costuras de los lados y despliégalo del todo. Te quedará algo como esto:

Ahora pon las dos mitades de la carcasa sobre la mesa con un boli entre ellas a modo de separador. Pon la tela del estuche encima y recorta el contorno interior de las carcasas. Como, en general, las carcasas suelen tener los bordes opacos tampoco hace falta que el recorte sea excepcionalmente preciso, pero asegurate de que no se mueve nada en el proceso o te quedara torcido. Te puedes ayudar con un poco de plastilina o de cinta adhesiva para sujetarlas cosas a la mesa mientras recortas.

Una vez listo pega el recorte a las dos mitades con cola para tejidos. Suele ser buena idea poner unas gotas de ciano en las esquinas para que no se mueva la tela mientras se seca la cola, que tarda bastante.

Es el turno de la cremallera. Pega un lado de la cremallera a una de las mitades de la carcasa lo más cerca del borde posible. Igual que antes tienes que usar cola para tejidos, pero ayudate del ciano para mantener las cosas en su sitio. Cuando termines con la primera mitad, abre la cremallera y pega el otro lado en la segunda.

Ten mucho cuidado. Esta es la parte más chunga del proceso, porque tienes que procurar que los dientes de los dos lados de la cremallera se mantengan alineados. Si no prestas atención es fácil que la cremallera te quede más corta por uno de los lados y, si pasa eso, cuando luego vayas a cerrar la cartera te quedará torcida.

La parte que más sufre de esta cartera es el trozo de tela que une las dos mitades y sirve de bisagra, por eso vamos a hacer un refuerzo para esa zona. Recorta una tira de tela del largo de la cinta y un par de centímetros de ancho y pegala entre las dos carcasas de manera que los dos extremos de la cremallera queden por dentro. Como aquí:

Por último, recorta otros dos trozos de tela que cubran las carcasas por dentro de la cremallera, aplícales bien de cola y pégalos a modo de forro.

Y ahora deja que seque todo. Date una vuelta, consigue unas cervezas y ejercita un poco tus habilidades sociales, que nunca viene mal. Y mañana, cuando tus amigos se deshagan en alabanzas a tu nueva cartera no olvides comentar dónde la conseguiste.


13 respuestas a “Construye una cartera con una casete (y un estuche feo)”

  1. woooo…. que imaginación, la verdad yo realizaré una y se la regalaré a mi novia para que me quierá más jajajajaj….
    la verdad es que cualquiera estaria ilusionado con tener una cartera asi….
    y gracias por revelar el secreto de realización….

  2. qué guay, ayer en casa de mi madre estuve a punto de tirar a reciclar como 50 cintas… de pronto se me ocurrió que seguro que en internet había cosas chulitas que hacer con las cintas… jejeje, haré carteras y las venderé.

    >:)