Cacharreo automovilístico: del hidrocarburo al amperio


Hace un tiempo que Fernando nos mandó en un mail el link a la web de unos muchachos canadienses que han convertido su coche de gasolina a eléctrico. Hay mucha información sobre conversiones de coches en internet, pero el reto del proyecto ForkenSwift está en mantener el gasto neto por debajo de mil dólares ¿Cómo? Bajando los requisitos al mínimo, usando componentes de segunda mano y vendiendo las piezas que sobran.

Los coches utilizados
El coche utilizado para esta conversión fueron en realidad dos: un Suzuki Swift podrido por dentro y un Geo Metro (que es el mismo coche pero con otra marca) podrido por fuera. Hablamos de coches de principios de los 90 que costaron 75 y 170 dólares, respectivamente. El motor eléctrico y gran parte de la cacharrada vino de una carretilla elevadora, de la que no se emplearon las baterías o el controlador por ser demasiado pesados.

forkenswift-baker-loot

¿El resultado? Un cochecillo que alcanza los 50 kilómetros por hora, tiene una autonomía de 20 kilómetros y es ligeramente peligroso para los peatones porque no hace ruido. Qué más quieres por mil dólares. Como dijimos el otro día, los valores testosterónicos que se asociaban a los automóviles van a desaparecer en la próxima era de los coches eléctricos. Mira el siguiente vídeo de la conducción del ForkenSwift ¿Acaso es posible comportarse como un macarra de BMW con este coche?

Especial mención merece el esfuerzo de haber vendido las piezas que iban sobrando del Suzuki, del Geo y de la carretilla. Si hubieran tirado todo a la basura, el proyecto habría costado 2600 dólares. De hecho, el gasto neto en la carretilla, la diferencia entre lo que pagaron por ella y lo que cobraron por la chatarra sobrante, fueron 36 dólares. Esto es obviamente imposible de hacer en España, donde el vicio de nuevos ricos nos impide comprar y vender cosas de segunda mano.

Gracias a esta incursión en el mundillo de las conversiones caseras de vehículos hemos descubierto páginas como EValbum o Ecomodder, donde los manitas cuelgan las fotos de sus proyectos. Mi obsocoche sigue chupando gasoil -y por muchos años- pero la creatividad derrochada en estos aparatos es entusiasmante. Desde carros sesenteros hasta pequeñas motocicletas, cualquier vehículo puede pasarse al amperio con un poco de cirugía casera. Esto me resulta especialmente interesante en una industria que se ha pasado a la obsolescencia funcional hace relativamente pocos años. Para mucha gente, su coche actual es el primero al que no le pueden meter mano bajo el capó. Aún recuerdo el cabreo de mi tío, el mecánico, cuando descubrió que tenía que llevar su nuevo coche a un taller para cambiar una triste bombilla.

Otro tema a considerar es la fantástica regulación que tienen los países anglosajones con respecto a la homologación de vehículos. Si funciona y no es peligroso, pagas algo de dinero y a conducir. Por eso de las islas británicas salen todos esos coches freaks tipo cama con ruedas, o sofá-coche; pero también asombrosos deportivos artesanales que al otro lado del Canal no se podrían homologar por no ser productos industriales.


8 respuestas a “Cacharreo automovilístico: del hidrocarburo al amperio”

  1. Sí, los anglosajones se dejan de zarandajas de homologaciones, y hacen buenos inventos, pero… los maestros indiscutibles del reciclocacharreo de vehículos, son los cubanos.

  2. por casualidad alguna persona , que lee estas paginas .
    sabe de como montarle un motor electrico y lo que se nesesite . a un volvo 960 modelo 97

  3. Cordial saludo. Muy interesado en la transformación del Swift. Tengo un sedan del 92 en muy buenas condiciones. ¿Es posible tener más información técnica para «civilizar» a este cariño verdadero? El vehículo está ubicado en Bogotá – Colombia. Vendido como Chevrolet y ensamblado por Colmotores.
    Gracias.