El espacio (también) importa


Ayer hubo “junción”, una especie de reunión-arrejuntamiento de los habitantes de la Nave para discutir asuntos logísticos y organizativos. Entre medio de otras cuestiones, apareció el tema de un montón de maderas que alguien guarda sobre el suelo, en un lado de la nave. “Montón”, porque son muchas y también porque están dispuestas unas sobre otras, ocupando gran espacio. En la discusión sobre qué hacer con ellas, apareció el argumento de que los ordenadores que guarda Obsoletos, también son otro gran “montón”. Total: que la discusión sobre el orden y el espacio disponible en la nave se convirtió en una especie de derbi local entre “orgánicos” e “inorgánicos”.

A un lado, los “orgánicos” defendían que las maderas son un material valioso que cuesta de conseguir y que fue una oportunidad hacerlo gracias a que una empresa que cerraba se iba a deshacer de ellas. A pesar de que no se hubieran usado muchas de ellas, se defendía su utilidad y la idea de que tarde o temprano se les daría salida.

A otro lado, los “inorgánicos” defendían argumentos simétricos para los ordenadores y otros componentes.

La única diferencia entre ambos equipos era que los ordenadores habían llegado primero y (quizás por eso mismo) estaban guardados en estanterías. Las maderas llegaron después, y tal y como están dispuestas impiden acceder a los ordenadores (todo un gran placaje) y ocupan parte del espacio útil de la nave.

Anyway, independientemente de los detalles del partido, del arbitraje y las tarjetas que se sacaron, de las faltas y los tiros a puerta (ya os avanzo que terminó en empate técnico), lo que se puso en evidencia fue que para el trabajo de reciclaje y reutilización, sea de la materia que sea, sea orgánica o inorgánica…

1º: son necesarias ciertas tareas de mantenimiento y cuidado de los materiales en sí (por ejemplo, no se pueden guardar las maderas en el exterior, debajo de una lona, porque se pudren…y tampoco los ordenadores, porque se estropean)

y 2º, se da una tensión que hay que equilibrar finamente entre a) la necesidad de contar con stock suficiente de piezas y recambios como para disponer del material preciso en el momento adecuado y b) la necesidad de espacio (vital y de trabajo) suficiente como para no morir ahogado por una avalancha de maderas o monitores.

Esto hace pensar en cuáles son las condiciones materiales y espaciales, mínimas, necesarias o suficientes, para hacer sostenible -a diferentes niveles- un proyecto de reciclaje y reutilización de basura electrónica como Obsoletos. O sobre cuáles son las ventajas e inconvenientes, la utilidad o los riesgos de devenir en una especie de diógenes electrónico. O la paradoja de la acumulación (de basura) en un proyecto desde donde se critica la acumulación (de bienes de consumo).

Alguien apuntó que si Obsoletos/Basurama son proyectos que trabajan con residuos, quizás deberían ser capaces de trabajar, justamente, con lo que se tiene más a mano, en vez de tener que acumular tanto material para poder utilizarlo eventualmente.

El derbi local entre “orgánicos” e “inorgánicos” se aplazó, finalmente, a un partido amistoso como esos que montan cuando se acerca la Navidad: una jornada de limpieza y orden de la nave el próximo lunes 26 de Noviembre.

Yo apuesto que X, porque todos juegan en casa.


4 respuestas a “El espacio (también) importa”

  1. Sois todos una panda de desordenados. Empezad a sacarlo todo de su sitio y jugad un poco al tetris, esas maderas se pueden apoyar en a pared ocupando la mitad de espacio si se amontonan bien, y esa electrónica puede estar mejor amontonada, clasificada, se podría procesar un poco, y, por favor, ¡limpiad el polvo!

  2. De acuerdo con lo que comenta Trok. No sé de cuanto espacio disponeis pero da la sensacion que no es mucho. Usad «ya» el material que ocupe mucho o tiradlo, el secreto del reciclado es la circulación útil del material. De nada sirve acumular materiales «valiosos» por una eternidad si no se usan.

    Regla número UNO de la clasificación … si dudas … tiralo. Tendrás mas espacio para cosas interesantes. El espacio de almacenamiento, sobre todo en urbes, es caro y valioso.

    Saludos

    Fernando