¿En qué se parecen un perro, una gata y un ordenador estropeado?


Y no es un chiste.

Lo del gato y el perro puede parecer medianamente lógico, pero cuando metemos de por medio al ordenador, la cosa deja de cuadrar.

 

El perro, el ordenador y la gata.

Por partes:

  • El perro: el perro en cuestión se llama “Gratis” y fue encontrado por Paaq en la A-6 (la que une Madrid-A Coruña), tras ser abandonado por sus dueños anteriores. Cuando lo encontró, parecía un perro de aguas por la cantidad y largura de sus pelos enredados. Sin embargo, después de cortárselos, lo que había ahí debajo era un fox terrier un tanto parao y con tembleques que no acababa de creerse la lotería que le acababa de tocar: el amor y los cuidados de Paquito, la co-habitación de Cogollo y el calor humanoide de los miembros de La Nave.
  • La gata: la gata también tiene nombre y se llama “Cremita”… ¿A qué me suena ese nombre?, os preguntaréis. Pues sí, la onomástica del bicho viene inspirada por la gata de Fresita, Cremita, otro entrañable personaje. Hasta aquí, todo bien. La cosa curiosa con Cremita, la adorable gata persa, es que Cogollo, su dueño (y recordemos, co-habitante de Gratis, Paco y Cremita), guarda los pelos que se le van cayendo o cortando en un tupper ware. ¿Y por qué?, os preguntaréis. Pues porque al igual que tú puedes llevar puesto un jersey de lana de oveja, otro podría llevar puesto una rebequita de pelo de gato. Ahhhhhhhhhrrrrrggggg….exclamaréis. Pero sabed que, seguramente, los pelos de Cremita están mucho más limpios que la lana de vuestra oveja en el momento en que se esquiló. Con los pelos anaranjados de Cremita, una técnica similar a la que se usa para hacer las rastas, material como jabón y un poco de paciencia, podéis elaborar una especie de tejido de fieltro con el que confeccionar luego molonas fundas de móvil o lo que os plazca.

No sé si vais pillando el primer parecido posible, pero de momento ya sabéis que con los pelos de animales, sean perros o gatos, se pueden hacer muchas cosas. Y con los pelos de animales abandonados, también.

Vamos llegando al final del post y aún nos falta el parecido definitivo.

  • El ordenador estropeado: Tenemos un ordenador que no funciona, de esos que la gente tiramos a la basura porque ya va muy lento, porque falla de vez en cuando o porque la pantalla se queda en negro y no queremos jugarnos nuestra vida digital a la suerte de un cacharro moribundo. Sin embargo, aún le queda mucha vida u otro tipo de vida si somos capaces de hackearlo de algún modo creativo. Para eso, los Obsoletos son unos hachas. Abrirlo, cambiar el componente que no funciona, limpiar el ventilador, ampliar la memoria o reinstalarle el Linux son algunas de las cosas que se pueden hacer para alargarle la vida y darle una segunda oportunidad, como a Gratis. Reutilizar las partes estropeadas y emplearlas para otra cosa (por ejemplo, hacernos unas chapas con las teclas, construir un pompero con el lector de Cds, unas bolas chinas con la bola del antiguo ratón, o tejerte un bolso con los cables rotos, etc…), como el pelo de Cremita, es otra de las opciones.

¿Se ha pillado ya el parecido razonable entre Gratis, Cremita y un ordenador estropeado?

En resumen: se trata de segundas oportunidades…de re-hacer lo des-echo…de hacer productivo lo (aparentemente) improductivo…de crear posibles a partir de imposibles…o de chulear y escamotear con elegancia a la obsolescencia (programada, percibida, impuesta, auto-impuesta, prejuiciosa o como quieras llamarla).


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