Todos los que alguna vez nos hemos escaneado partes de nuestro cuerpo sabemos que, uno: el cristal de los escáneres resiste hasta cierto punto; dos: dentro de ese aparato hay más posibilidades creativas de las que parece. Para las tardes aburridas y lluviosas, Scanner Magic es una web muy adecuada para sacarle partido a un escáner: desde ideas para niños hasta la limpieza del cristal.

Pero las posibilidades, además de creativas, pueden ser artísticas y técnicas: Michael Golembewski es un fotógrafo cuyo Scanner Photography Project (web que está colapsada de tráfico, al menos mientras escribo) inauguró el matrimonio entre escáneres y lentes fotográficas.

Como ya he dicho, la web de Golembewski está out, así que hoy se llevará el mérito un laborioso tipo llamado
John Van Horn que ha fabricado un par de estos engendros. Según dice, se puede conseguir una cámara para esto por menos de 50 dólares, el escáner no debería costar mucho más (si no encuentras uno obsoleto, claro) y el trabajo a realizar es relativamente sencillo: colocar el escáner como si fuera el respaldo de la cámara, cuidando de que el aparato trabaje en esa posición y que la lente enfoque en el cristal. Obviamente, cada foto tarda unos segundos en tomarse, lo que puede restringirnos a naturalezas muertas y paisajes, o animarnos a exprimentar.

Hay bastantes ajustes a realizar una vez tenemos el hardware: el color se pierde casi por completo, el escáner dejará líneas horizontales que hay que corregir, y, al ser fotografías de gran formato, la lente cubre un círculo de 135 mm. de diámetro que -el área escaneada será más grande- podemos recortar o no.

Personalmente, ya estoy buscando entre nuestro montón de trastos un escáner para ponerme a probar estas cosas, y en la lista de la compra para ir al Rastro este domingo ya está apuntada una cámara de gran formato. Pinta bárbaro.