Nuevo material para el proyecto cedido por la Biblioteca CF+S
Durante casi cuatro años estuve trabajando en la Biblioteca Ciudades para un Futuro más Sostenible, una base de datos en Internet de buenas prácticas urbanas y otros textos teóricos sobre sostenibilidad en su sentido más fuerte. Allí aprendí sobre Linux ya que la red de ordenadores de trabajo y el propio servidor corren sobre Debian, y descubrí el software libre y la cultura libre en general. Una segunda carrera para mí.
Todo esto del software libre me maravilló desde el principio pero en realidad lo que me atrapó fue el aspecto (y el fondo) de lowtec de Johnny Mnemonic que tenía el local de la Biblioteca: trabajábamos entre ordenadores abiertos que tenían más de cinco años de antiguedad con todos los cables al aire, algo impensable en el entorno de ordenadores-pepino último modelo que es la Escuela de Arquitectura de Madrid.
En aquellos años el servidor web que albergaba la página de la Biblioteca, que también era servidor de correo, estaba dentro de un cacharro que funcionaba en el rincón más polvoriento del local con la instrucción «No apagar» en un papel pegado encima del interruptor. Cada vez que alguien accedía a la página estaba accediendo a ese ordenador, ¡increible para un no iniciado como yo!. Entender esto fue un hallazgo parecido a la primera vez que positivas una fotografía, técnica obsoleta que habría que seguir practicando solo por la emoción de ver conformarse la imagen en el papel sumergido en el líquido revelador.
La Biblioteca CF+S empezó como proyecto en 1996. Entonces compró un ordenador servidor al que le instalaron una Red Hat, en la versión con el nombre más guapo de la historia de las distros, Colgate. El resto de los puestos de trabajo funcionaban con MS-DOS en máquinas que la Escuela de Arquitectura desinventarió tras declararlas obsoletas. En 2006 el servidor dijo basta, y la Biblioteca compró el segundo ordenador en diez años. Durante estos años los puestos de trabajo se han ido renovando, y pasando a Debian, pudiendo escoger entre un amplio surtido de ordenadores obsoletos. El servidor web de la Biblioteca atiende cerca de medio millón de visitas mensuales.
El número de ordenadores declarados inútiles en la Escuela de Arquitectura es mucho mayor que el que necesita la Biblioteca CF+S, así que en el local se han ido acumulando un montón de cacharros. A todo cerdo le llega su San Martín y en CF+S han decidido hacer limpieza, así que nos llamaron, y fuimos.
Ahora tenemos algún que otro material más en el Zulo Autorrellenable de Físicas.
El Manu, inventariando en el zulo…