Los niños son el futuro, el Kindle no


Andan los periódicos a vueltas con la segunda versión del Kindle, el lector de libros electrónico de Amazon. Este producto no se vende fuera de Estados Unidos, no sirve para mucho y es increíblemente caro (360 dólares), por lo que en realidad, la presentación del Kindle no es una noticia que pueda importar mucho a los lectores de prensa españoles. La prensa, en realidad, publicita y alaba al Kindle por su propia supervivencia, como quien le reza a un dios recién nacido. El Kindle es una manera de cobrar por contenidos digitales, y los generadores de contenido necesitan dinero para mantener funcionando sus enormes máquinas (¿sabían ustedes que Maruja Torres cobra por escribir en El País?)

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¿Dónde se ha visto un libro con teclado?

Las comparaciones con el iPod y su iTunes proliferan en este tipo de artículos. El sistema reproductor musical/tienda virtual de Apple ha sido el primer modelo de venta de bits que triunfa masivamente. Y, de la misma manera que Apple vende la misma música que la gente se baja gratis (aunque ilegalmente dependiendo del país), Amazon podría vender los periódicos que la gente lee gratis, ¿no? Bueno, pues no. Para empezar, los reproductores de MP3 eran una realidad cuando nació el iPod. Apple entró en un mercado floreciente con un producto de gama alta. Lo que Amazon intenta hacer es crear un mercado que no existe. Y lo intenta con doble pirueta mortal: cerrando su producto cual Constantinopla asediada (el Kindle prácticamente sólo lee cosas hechas expresamente para el Kindle) y en un mundo en el que los móviles se empiezan a convertir en los dispositivos centralizadores de todas las comunicaciones personales.

Arcadi Espada tiene la sana costumbre de traducir textos para apoyar los suyos propios. Éste de Jack Shafer publicado en Slate hace un mes es magnífico. Dice, por ejemplo, que no es fácil ni grato usar un Kindle ¡Podrían los periodistas comprobarlo antes de afirmar que el 2009 será el año del libro electrónico! También enlaza un vídeo de 1994 en el que el periódico electrónico era el futuro. Qué casualidad.


6 respuestas a “Los niños son el futuro, el Kindle no”

  1. Yo creo que quedan años o mejor dicho, décadas, para que utilizar un libro electrónico sea realmente una ventaja con respecto a los libros tradicionales.

    Ahora mismo estos aparatos unicamente sirven para promocionar a las marcas que los producen, pero no sirven para la mayoría de los usuarios.

    Saludos.

  2. Desde que empezaron estos proyectos de libros electrónicos, me pareció increíble que nadie hablase de las PDA’s en su momento ni ahora de los teléfonos móviles, de la scene de la PSP o de los netbook. Llevo leídos montones de libros y manuales de GNU/Linux en estos dispositivos. Y sí, mucha gente me dice que no podría hacerlo tan acostumbradas como están al papel, pero yo les digo siempre que si tuviera que llevar como libro todo lo que tengo almacenado en la PDA, serían unos cuántos kg’s de peso.
    Un saludo.

  3. Buenas, yo quiero tomarme el artículo a guasa, porque hace un año cometí la locura de comprarme un libro electrónico, me costó 600€, por suerte lo pude comprar en España, pero era el único que se podía comprar a nivel nacional, sin irme al extrangero.

    Realmente los que dicen que no es cómodo, que le faltan muchas décadas, etc. es que no han tenido uno en la mano.

    No hay que olvidar que un dispositivo de estos sirve para leer directamente libros en formatos digitales (txt,htm,pdf,doc…) sin tener que imprimir.

    La comodidad de lectura es igual o casi superior en estos apartos, o al menos en el mio, que en el papel blanco. El tono de fondo está entre el tono de papel reciclado y el blanco lo que hace muy cómoda su lectura.

    En un libro de papel no puedes aumentar la fuente, cosa que si puedes con un libro electrónico. Puedes hacer zoom, realizar búsquedas, anotaciones…

    Puedes cargar con un montón de libros sin que el peso te fastidie la espalda, ocupando todos el mismo espacio, y la duración de las baterías son muy aceptables.

    La pantalla, lejos de cualquier «desinformación» no se refresca como las pantallas tft, por lo que no cansa la vista.

    Lo cierto es que ha sido una buena inversión, pues mientras las editoriales están en Babia, yo leo todos los libros que me descargo de internet.

    Si tenéis ocasión probad uno, os sorprenderéis.

    Fdo. TimeKeeper.

  4. Ojo, TimeKeeper, no digo que al libro electrónico le falten décadas; lo que digo es que no es el futuro.

    Lo mismo que haces tú con tu e-book lo hago yo con mi móvil (meter muchas cosas en un sitio muy pequeñico y poder leerlas), pero a los libros súmale pelis, MP3, etc. Obviamente, mi móvil es más incómodo que un e-book para leer libros, pero también me salió por una tercera parte de dinero (digamos que es unas diez veces más barato en cuanto a funcionalidad).

    En cuanto a las pantallas de los e-books… yo el fondo lo veo gris en plan GameBoy.